El debate sobre la densificaciĆ³n y cĆ³mo se concibe la ciudad sostenible adquiere relevancia a raĆz del coronavirus y en estos dĆas ha comenzado a acuƱarse el concepto de ciudad saludable o post pandemia.
Se piensa, equivocadamente, que alejando a las personas del centro de la ciudad se conseguirĆ” calidad de vida y la emergencia sanitaria ha probado justamente lo contrario. En los sectores mĆ”s perifĆ©ricos, la falta de acceso a establecimientos de salud, equipamiento comercial y servicios, ha obligado a las personas a grandes desplazamientos para suplir necesidades bĆ”sicas, una dependencia del transporte pĆŗblico, lo que se traduce en una peor calidad de vida y en esta emergencia, riesgo para la salud.
La inequidad territorial ha existido siempre y es tiempo de abordarla, con una mirada que apunte a acercar los servicios a las personas y conectar las zonas donde hay desigualdad. Adaptar la ciudad significa cambiar el foco y entender que cuando se densifica con equilibrio, se otorga mĆ”s posibilidad de acceso a lo que las personas necesitan para su diario vivir y que cuando no se densifica, las ciudades se extienden y las autoridades no logran responder de manera oportuna ni eficiente a necesidades de salud, educaciĆ³n, seguridad y transporte en las zonas mĆ”s alejadas de la urbe.
La densificaciĆ³n permite, tambiĆ©n, desarrollar ciudades mĆ”s benĆ©volas con el medio ambiente, barrios caminables, vida al aire libre y aprovechamiento del espacio pĆŗblico en los que se puede favorecer la vinculaciĆ³n con distanciamiento.
Vale la pena mirar la experiencia internacional y buscar evidencia de ciudades que han sabido impulsar un crecimiento urbano saludable. En Vancouver y Nueva York, la densificaciĆ³n mejorĆ³ la calidad de vida de las personas, quienes dejaron los autos en casa, comenzaron a desplazarse a pie y a ocupar las Ć”reas verdes pĆŗblicas. Singapur, en tanto, comprendiĆ³ algo esencial sobre las ventajas de la densidad urbana: que sĆ³lo podrĆa mantener los espacios verdes creciendo hacia arriba.
Por ello, el desafĆo de acercar la ciudad a las personas es gigante tanto para las autoridades, responsables de las polĆticas habitacionales como para los desarrolladores. Hoy mĆ”s que nunca se hace fundamental no volver a permitir ningĆŗn tipo de planificaciĆ³n de un conjunto mono funcional. Debemos empezar a fomentar edificios mixtos: locales comerciales, oficinas y habitacional; y densificar con diversidad, integrando diferentes estratos sociales en todo tipo de planificaciĆ³n, evitando que los trabajos se encuentren lejanos a los puntos de residencia.
La densificaciĆ³n es la base, y la diversidad social y de uso son un desde en el camino hacia evitar los grandes trayectos que muchos se ven obligados a realizar diariamente. Necesitamos ciudades mĆ”s densas, diversas y compactas, no solo por un tema de salud, sino tambiĆ©n para mejorar la calidad de vida de todos y disminuir el impacto ecolĆ³gico de las ciudades sobre el medio ambiente. Creer que oponerse a la densificaciĆ³n es la manera de cuidar a las personas, parece polĆticamente correcto, pero es una pĆ©sima polĆtica urbana que trae en la mayorĆa de los casos peores consecuencias que el mal que pretende evitar. La pandemia se ha encargado de demostrarlo.
Roberto BascuƱƔn, Gerente General Inmobiliaria Norte Verde