El anuncio realizado por el Presidente SebastiĆ”n PiƱera sobre la construcciĆ³n de la LĆnea 10 del Metro de Santiago es una gran noticia: habrĆ” una mejor y mayor conexiĆ³n interurbana, lo que aportarĆ” a la descongestiĆ³n de la ciudad al disminuir los viajes motorizados, con su consecuente aporte al medio ambiente y la calidad de vida de las personas.
Hoy en dĆa, muchos santiaguinos viven en comunas poco conectadas, donde el transporte pĆŗblico es escaso y/o poco eficiente. Por ello, se ven enfrentados a tiempos de desplazamiento entre sus hogares y su lugar de trabajo o estudios que pueden exceder las cuatro horas diarias (dos por tramo). AdemĆ”s, gran parte de ellos viven en barrios sectoriales: monofuncionales y poco diversos, donde no cuentan con servicios de ningĆŗn tipo cercanos a su vivienda, ya que son grandes extensiones habitacionales. De esta forma, se presenta una organizaciĆ³n de relaciones lejanas: acceder a un servicio cualquiera representa un largo recorrido en automĆ³vil o transporte pĆŗblico motorizado. Esta rutina diaria es insostenible y estĆ” mermando la calidad de vida de las personas.
La creaciĆ³n de la LĆnea 10 del Metro genera una nueva oportunidad para los santiaguinos, ya que, en virtud de una mejor comunicaciĆ³n, al menos 100.000 habitantes que hoy viven en barrios sectoriales decidirĆ”n vivir dentro del Ć”rea cubierta por esa red, es decir, a no mĆ”s de cinco cuadras de cada estaciĆ³n.
Pero hay que tener cuidado. Si se decide privilegiar la construcciĆ³n de casas en estos nuevos polos, muy pocas personas podrĆ”n verse beneficiadas con la expansiĆ³n del Metro, ya que por cada casa donde vive una familia se puede construir un edificio donde vivan, al menos, 25. Si consideramos que la cantidad de suelo es limitado, se estarĆa despilfarrando el terreno disponible.
Por eso, lo decisiĆ³n mĆ”s inteligente en este caso es crear barrios densos en altura. Si queremos permitirle a estos 100.000 chilenos que aumenten su calidad de vida al mudarse a terrenos aledaƱos a las nuevas estaciones de metro, el camino a seguir son los edificios, no las casas. Estos edificios deben tener dos caracterĆsticas importantes: ser de mediana altura, para privilegiar la comunidad y la vida de barrio; y tener locales comerciales en su primer piso, para diversificar la zona.
DiseƱar barrios densos y diversos permitirĆ” que una gran cantidad de personas habiten en el Ć”rea por donde pasarĆ” la nueva lĆnea del Metro, minimizando la cantidad de viajes motorizados que hoy realizan para acceder a los servicios bĆ”sicos y mejorando la calidad de vida de cada uno de ellos, ya que estarĆ”n mĆ”s conectados e integrados con la ciudad. AdemĆ”s, aportarĆ” a reducir la contaminaciĆ³n ambiental que hace aƱos se ha tomado la capital de nuestro paĆs. La creaciĆ³n de una ciudad mĆ”s inteligente y sustentable estĆ” en nuestras manos, no desaprovechemos la oportunidad.
Francisco BascuƱƔn Walker, Arquitecto y Director Ejecutivo Inmobiliaria Norte Verde