A pesar del complejo momento económico que estamos viviendo, tanto a nivel país como en todo el mundo, el rubro inmobiliario se ha mantenido muy activo. Según las proyecciones que tiene el mercado, se vislumbra un incremento sustancial de demanda para los próximos años y una escasez de terrenos.
Sumado a esto, los mayores costos de construcción y aumento del valor del suelo, debido en parte a la nueva Ley de Aporte al Espacio Público que entrará en vigencia en los próximos meses, permiten proyectar que los precios seguirán subiendo, pudiendo llegar hasta un 10% más.
En la situación actual, existen grandes incentivos para comprar vivienda en muchas inmobiliarias, como flexibilidad de pagos, meses de gracia y arriendo asegurado. Por eso, a diferencia de lo que se podría pensar, en escenarios desfavorables como el que estamos viviendo, invertir en propiedades es una muy buena alternativa para obtener rentabilidad segura en el tiempo, especialmente si se aprovechan las tasas actuales. Esto ya que el bien raíz es un activo que a largo plazo no se devalúa, sino que va aumentando su valor en el tiempo.